23 de diciembre de 2008

Escalando...

El monte Fuji, Hokusai (1826-1833).

Este verano decidí hacerme escaladora, y eso que no tengo equipación ni experiencia ninguna al respecto, pero aún así me arme de valor y me propuse subir mi primera montaña yo sola.
¿Qué sucedió? Pues que me compré todo lo que creía que iba a necesitar, proclamé a los cuatro vientos mis intenciones y salí hacia la aventura, ilusionada aunque también algo temerosa ante tan desconocida experiencia.
Cuando llegué allí y contemplé la enorme montaña desde abajo, de pronto me pareció que era absolutamente inconmensurable, y que aquello seria completamente imposible para mi. Pero no iba a rendirme nada más llegar (uf! Qué diría todo el mundo al verme volver tan pronto...) así que antes de plantearme volver por donde había venido, decidí acampar en la base para estudiar mejor mis posibilidades reales.
Así, pasé un tiempo indecisa observando la ladera empinada, tratando de averiguar qué camino seria mejor tomar para una subida menos peligrosa o más fácil, pero todos los lados de la montaña tenían más o menos el mismo aspecto, y así pasó el tiempo hasta que un día decidí que tenia que intentarlo, aunque luego saliera mal.
Y así fue como levanté mi mochila y comencé a caminar. En este tiempo he recorrido valles tranquilos y laderas rocosas, días de sol y terribles tormentas de nieve... pero siempre trato de no perder de vista la cima para no desorientarme de mi objetivo y perderme.
Está siendo duro pero gratificante, he encontrado otros escaladores por el camino que siguen su propia ruta y me han dado consejos útiles, pero ésto tengo que hacerlo yo sola...

Esperemos que al final merezca la pena.

15 de diciembre de 2008

Vivir sin Internet

Light Red over Black, Mark Rothko (1957).

Debido a una serie de "problemas técnicos" he estado más de tres semanas sin Internet, y ésta circunstancia me ha hecho plantearme la dependencia que hemos desarrollado hacia la red, porque debo reconocer que ha sido difícil vivir sin la conexión...

Por un lado he añorado mucho el blog, que me aporta muchas cosas positivas, y por tanto no he podido actualizar ni visitaros.
También he echado en falta cosas menos importantes como el Facebook para comunicarme con amigos que están lejos, o la simple navegación, pero después me he dado cuenta de que hay otra serie de cosas para las que Internet me resultaba absolutamente imprescindible, como el correo electrónico, donde me llegan posibles ofertas de empleo, consulto el BOE, y recibo temario y documentación de la profesora que me prepara para la oposición, o un curso On-Line que requería muchas horas de conexión y cuya teoría y ejercicios (obligatorios para recibir el titulo, por supuesto) solo podía consultar en la plataforma de la red...

Han sido unos días en los que me he sentido algo "incomunicada", aunque por otro lado no ha estado mal huir de la silla frente a la pantalla, ya que he aprovechado para hacer muchas otras cosas, y me he dado cuenta de que las horas cunden mucho menos frente al ordenador.
Es curioso cómo asimilamos determinados elementos a nuestra rutina diaria tan intensamente que cuando de pronto no los tenemos nos preguntamos cómo podíamos vivir antes sin ellos.
Está claro que pocas cosas son realmente imprescindibles en ésta vida y no pasaría nada grave si no las tuvieramos, pero yo me puse muuuy contenta cuando el técnico de la compañía nos trajo el nuevo módem a casa ( y eso que desde entonces la conexión es lentísima y funciona fatal, pero mejor que nada...)

(Por cierto, sé que la imagen que acompaña el post por una vez no está relacionada con el texto, pero esque me encanta Rothko y no me he podido resistir... Espero que la disfrutéis tanto como yo.)