19 de febrero de 2009

Recuperando la luz

Mano, Javier Arizábalo (2007).


A veces perdemos la perspectiva sobre nosotros mismos.
Nos dejamos absorver por la rutina diaria, y de pronto un día nos damos cuenta de que no sabemos muy bien quienes somos, ni recordamos cuales eran las cosas que nos hacían disfrutar...

Creo que nos ha pasado a todos alguna vez, pero nos cuesta percibirlo porque no es una sensación muy clara ni muy fuerte, sino una especie de pequeña resignación vital que nos acompaña de fondo como una banda sonora monótona y sutil, hasta que sucede algo (un viaje, una persona, una emoción olvidada...) que la interrumpe y nos hace salir de ese adormilamiento, y es entonces cuando nos damos cuenta de que habíamos estado sumidos en una especie de estado catatónico y tratamos de recuperarnos a nosotros mismos.

Y es fantástico reencontrar esa luz interior que un día brilló con fuerza, pero no debemos olvidarnos de disfrutarla ya que, tarde o temprano (porque en la vida todo son ciclos), comenzará a debilitarse de nuevo hasta convertirse en un rescoldo de la llama que fue.

Pero nunca se apagará del todo, para que de vez en cuando la podamos avivar de nuevo.


P.D. Quiero agradecer a Javier de Mejorarte que me haya dejado utilizar uno de sus maravillosos oleos que podeis disfrutar (merece la pena) visitando su web aqui: http://www.javierarizabalo.com/

14 comentarios:

Srta. M dijo...

Es tal y como lo explicas, sucede de esa exacta forma.....

Irene, tienes algúna cámara espiando nuestros corazoncitos?

mejorarte dijo...

Muchas gracias por utilizar este cuadro para acompañar a tu expresión, lo engrandece.
Un abrazo

ggfjkgczbf dijo...

Irene, ese ciclo luminoso que comentas es así, pero hay veces que la frecuencia y la amplitudid no son las deseadas.

Conforme te leía, me he dado cuenta de que curiosamente, ese ciclo también ocurre en la vida de la mayoría de las estrellas, desde que nacen hasta que mueren, explotando como supernova, una enorme explosión llena de luz, para volver así a nacer.
Somos polvo de estrellas....

Besicos.

Mónica dijo...

Irene, sabes expresar cada instante, encontrando esas palabras que a veces me faltan y te agradezco que esa luz se deje ver hoy con tu post para recordar que se pueden vivir los instantes y apreciarlos intensamente. Un abrazo.

Mis felicitaciones a Mejorarte por ese cuadro que me ha impresionado esta mañana.

Belén dijo...

Esa luz va y viene querida, lo se porque a veces la siento y a veces no...

Besicos

Diego dijo...

Bravo!!

Bravo!!

Que delicia de palabras

Anónimo dijo...

Preciosas palabras!

Mientras las leia me ha venido a la cabeza la ultima pelicula de Sam Mendes "Revolutionary road" no comento nada de la cinta para no destroizarle el visionado a tus lectores, pero quien la haya visto sabrá de lo que hablo.

Saludos!

isobel dijo...

comencé a leerte y seguí..., me fui a uno y a otro y a otro y si me descuido no vuelvo, gracias por permitirme viajar, he aprendido mucho, besitos preciosa

Anónimo dijo...

Como bien dices, la vida es un ciclo. Temporadas buenas, temporadas malas. Pero todas nos enseñan a valorar lo que tenemos y disfrutar de las sorpresas que surgen por el camino.
Un besazo muy gordo, Vero

Unknown dijo...

Y que hariamos sin esas luces interiores? pegarnos de bruces con los muebles en la oscuridad...

Saludos desde Australia

www.imaginajack.com

Anónimo dijo...

Así es la vida, marea alta, marea baja. Es lo interesante que tiene. Preciosa la pintura, me encanta el hiperrealismo. Besos.

Nome Andrés dijo...

Bien, esa mano que se levanta para agarrarse a la luz, a la vida. Para este tema, siempre me figuro ese Ícaro de Matisse que a pesar de la caída mantiene viva la llama del corazón.

Sara Royo dijo...

Esa mano se muestra a la vida, q no es as q luz y sombra; se muestra abierta, sin esconder, preparada para dar y recibir.
Hermoso texto y hermosa imagen.
Un besico.

Santiago de Urraza dijo...

Si la luz va y viene no es por nada pero debes hablarlo con Iberdrola http://www.iberdrola.es/webibd/corporativa/iberdrola?IDPAG=ESWEBCLICON

Para el resto, MasterCard.

No entiendo por qué nos empeñamos en evocar el hecho de que uno deja de comportarse según lo socialmente aceptable por un rato como si de un apagón de personalidad auténtica se tratara - como si fuera un desdoblamiento - y cuando regresas al redil, se hace la luz. Es un poco bíblico, que si eres cristiana guay, pero entonces no hay que rayarse tanto que a lo mejor está escrito. Y si no eres cristiana... mal rollo, porque esos momentos pertenecen a la personalidad.

Lo de que en la vida todo son ciclos...bueno, no sé, a lo mejor nos lo hemos planteado un poco así, podríamos probar otra cosilla. Ya sé que las estaciones vienen, pero ya no son iguales que antaño. Y los ciclos están para superarlos, que los griegos hablaban de avance superándolos.

Yo qué sé, en realidad no sé nada de nada, pero no me gusta callarme.