
Ayer por la tarde me sucedió una cosa que hacía tiempo que no me pasaba... Iba tranquilamente caminando por la calle cuando un coche con la música muy alta se detuvo ante un semáforo, y de pronto me sorprendió una sensación extraña, como una emoción que subía por mi garganta repentinamente sin saber porqué.
Y esque la música a veces tiene esa mágica capacidad de estrellarse de pronto contra tu alma y hacerte viajar en el tiempo. Muchas veces son melodías que ni siquiera te gustan especialmente, no las tienes en casa en ningún disco y a veces ni recuerdas su existencia, pero por alguna razón fueron la banda sonora inconsciente de un periodo de tu vida (tal vez sonaban mucho en la radio o lo que sea), y cuando aparecen de pronto despiertan algo en tu interior que te transporta, no a un día concreto ni a una situación particular, sino a cómo te sentías a los 16 años.
Pero lo más maravilloso es que no tengan que existir una atmósfera especial ni una melancolía previa que puedan llevarte a sentir de esa manera, sino que una sola melodía que te llega de pronto y por sorpresa, tenga esa capacidad repentina de hacerte sentir otros "yos" pasados por unos instantes, sensaciones efimeras que se pierden enseguida pero que tienen algo de mágico porque te recuerdan no quién fuiste, sino cómo te sentiste una vez en el pasado.