28 de abril de 2008

la magia de la música...

El viejo gitarrista, Picasso (1903).

Ayer por la tarde me sucedió una cosa que hacía tiempo que no me pasaba... Iba tranquilamente caminando por la calle cuando un coche con la música muy alta se detuvo ante un semáforo, y de pronto me sorprendió una sensación extraña, como una emoción que subía por mi garganta repentinamente sin saber porqué.

Y esque la música a veces tiene esa mágica capacidad de estrellarse de pronto contra tu alma y hacerte viajar en el tiempo. Muchas veces son melodías que ni siquiera te gustan especialmente, no las tienes en casa en ningún disco y a veces ni recuerdas su existencia, pero por alguna razón fueron la banda sonora inconsciente de un periodo de tu vida (tal vez sonaban mucho en la radio o lo que sea), y cuando aparecen de pronto despiertan algo en tu interior que te transporta, no a un día concreto ni a una situación particular, sino a cómo te sentías a los 16 años.

Pero lo más maravilloso es que no tengan que existir una atmósfera especial ni una melancolía previa que puedan llevarte a sentir de esa manera, sino que una sola melodía que te llega de pronto y por sorpresa, tenga esa capacidad repentina de hacerte sentir otros "yos" pasados por unos instantes, sensaciones efimeras que se pierden enseguida pero que tienen algo de mágico porque te recuerdan no quién fuiste, sino cómo te sentiste una vez en el pasado.

8 comentarios:

isobel dijo...

no es que tu cabecera sea preciosa, tus textos también lo son, gracias por tu visita un placer conocerte, besos

Srta. M dijo...

muchas gracias :)
la verdad es que la musica es bien poderosa, pero mi relacion con ella es muy poco aleatoria. La verdad es que tengo un periodo de mi vida marcado por una sola banda, tanto que hasta me tatué con un simbolo referente a su musica, y por tanto, a esos años.
Me gustaria que alguna vez me pasara lo que tu hablas, debe ser muy curioso :)

Mónica dijo...

Hola Irene!, estoy de acuerdo contigo, en un momento recibes emociones de forma casual, por una melodia que llega y se sienta en el sillon de tu corazón, te hace sentirte bien y tararearla.
ah!,utilizé unos rotuladores para textil, se llaman Giotto.
Gracias por tu comentario en blog.
saludos :)

Café con Agua dijo...

Irene la magia que desprende la música, también la tienes tú al acompañar las letras y hacerlas bailar con tanto estilo!

Un placer leerte, como siempre...

Besos y abrazos

Annabel dijo...

Hace poco escribí algo así como "esa música sufí que suena en el coche, me recuerda la mujer que acaso fui".
La música a veces da pistas sobre quien pudiste ser en vidas pasadas, o quizá nos evoque la voz de nuestros antepasados...

Saludos.

Annabel.

(pásate, si quieres, por mi blog)

Anónimo dijo...

Sin querer sorprender a nadie, cuando estudiaba en un internado (hace más de medio siglo, aunque parezca inimaginable) un vigilante, en el comedor, para mantener el silencio con algún argumento positivo ponía música clásica: Mozart, Bach, Berlioz etc, pero sobre todo las sinfonías de Beethoven. ¡Y sorprendeos! Ahora cuando escucho la sexta "pastoral" o la tercera "heróica" me recuerdan los sabores de aquellas comidas...
Eso no impide mi degustación de aquella música, cada vez que la escucho...
Ahora estoy oyendo a Vivaldi en la primavera, os invito, escuchadla...
Mariano

Pablo Esteve dijo...

No puedo estar más de acuerdo con lo que se comenta aquí. La música, la pintura y la poesía entre otras cosas son esos elementos que nadie sabe muy bien qué hacen, para qué sirven y sin embargo esa inutilidad los hace grandiosos porque nos emocionan y porque son lo más nuestro que podemos encontrar nunca en la realidad. Un saludo
ángel (p.e.)

Miss O. dijo...

Hola! Acabo de descubrir tu rinconcito...y la verdad es que me ha sentado genial pasear un rato por aquí...=)...creo que voy a tener que pasarme más a menudo...jij...

(...y te escribo en esta entrada porque creo que no me cansaría de leer el último párrafo...una y otra vez...)