17 de mayo de 2008

Ocaso

El otro día, rebuscando entre mis viejos cuadernos, encontre un microrrelato cuya existencia no recordaba. Hace mucho que no escribo y me hizo mucha ilusión, así que lo he recuperado y aquí os lo dejo...
por los viejos tiempos!

El pendiente, G. H. Breitner (1894)


De pie en el centro de la tarima, con el teatro vacío y oscuro, se sintió enormemente hueca.

Mas tarde, mirándose en el espejo de su destartalado camerino, comprendió que siempre había estado sola, que nunca había sido amada por nadie, y jamas unos ojos la habían observado con pasión. No a ella.

Se enamoraron de Cleopatra, de Julieta, de Melibea... personajes que ella encarnaba en el escenario y que llevaba consigo en la vida real, confundiéndose a veces con ellos hasta el punto de casi perderse a si misma, a su propio yo diluido en el refugio que le proporcionaban sus máscaras... Toda su vida había sido como una representación.
Se preguntó si el amor existía realmente o era tan sólo una excusa que habíamos inventado los humanos para autoconvencernos de que algún día no estaremos sólos.

Tenia la sensación de que el tiempo pasaba inexorable, despiadado...
y que, mientras el polvo cubría los muebles, la lluvia pudría maderas y el viento entraba por los cristales rotos, la soledad se abría paso lentamente hacia ella y, por mucho que corriese, antes o después la alcanzaría para siempre.

9 comentarios:

Srta. M dijo...

sinceramente creo que el talento que tengo para hacer micro dibujos lo tienes tu para esos textos, me encantaría leer más, este tiene una atmosfera de melancolía muy importante... su protagonista me ha cautivado del todo.

Me gusta mucho, me gustaria ver más...animate a escribir!

Miss O. dijo...

...hace un tiempo me dio por pensar que ser actriz o actor tenía que acabar por destruír todas las posibilidades de enamoramiento existentes... En sus películas viven e interpretan unas historias tan...bonitas...tristes...intensas...increíbles...que me parecería imposible que una 'de verdad' pudiera ser mejor...

...supongo que no estaría en un muy buen momento...jej...

(...y que no se te ocurra volver a abandonar ese cuaderno en cualquier esquina, eh...;)...)

isobel dijo...

uf, mas de una vez me he sentido así, besitos

la-dydai dijo...

Precioso, aunque triste, me parece una bellísima descripción de la soledad, con el mito del artista decadente, en el que podemos identificarnos todos en algún momento de nuestras vidas. Tienes que seguir escribiendo!
Un besazo guapa!

Café con Agua dijo...

Un relato magnifico Irene!
Deberías "recuperar" el escribir mas y regalarnos más historias...

Besos Wapa!

Mónica dijo...

Ese cuaderno es un tesoro, precioso relato el que guardabas, y gracias una vez màs por ilustrar tus letras con tanto arte!!, voy a buscar otros cuadros de G.H. Breitner. Un placer visitar tu blog.
besitos

alexandra dijo...

Hola Irene ¡gracias por tu comentario en mi blog! veo que tenemos interes comunes (literatura, Frida, etc) y me gustó mucho el tuyo, al que de ahora en más visitaré a menudo.
Un abrazo desde Buenos Aires, Argentina.
Alex

Pilar dijo...

Hola Irene,gracias por entrar en mi blog y dejar un comentario,así he descubierto el tuyo,y me ha gustado lo que escribes, toda una sorpresa...
Creo que el amor existe,y vivirlo y sentirlo es realmente una manera de no estar solos..., aunque no tengamos nadie al lado en ese momento , siempre lo podemos compartir con nosotros mismos o en todo momento con los demás...
compartir es una manera de dar, o sea de amar...
un abrazo,
te seguiré leyendo, no dejes de escribir!

Anónimo dijo...

wau que texto!! la combinación con el cuadro es perfecta, transmite lo mismo, y más acentuado tras leerte.
Deliciosa Irene!
Besito