28 de octubre de 2008

Fe

Oratorio, David Malan (2005).


Hay veces en la vida en las que es necesario tener fe, y no me refiero a la acepción religiosa de la palabra, sino a la fe entendida como confianza.

Yo confío, o al menos siempre intento confiar, pero en ocasiones también he tenido crisis de fe. Momentos en los que esa confianza se ha tambaleado, y yo, como equilibrista experimentada que soy, he conseguido mantenerme en la cuerda oscilante sin caer al vacío.
Así que de momento mi fe sigue en pie, aunque anda algo vacilante últimamente. Depende del día se muestra firme o se vuelve minúscula, pero aún no he llegado a perderla del todo, y espero no llegar a perderla nunca.

Siempre es bueno tener fe en algo, lo que sea, pero lo más importante es la fe en uno mismo, porque sin ella estaríamos perdidos...

13 comentarios:

JL Gracia dijo...

Parece que hemos escrito sobre cosas parecidas o, al menos, similares. Me ha gustado mucho lo que has escrito. La fé en uno mismo es fundamental. Un abrazo muy fuerte de un mañico a una mañica.

LU dijo...

Qué bonito, Irene. No sé por qué asociamos casi siempre la fe a la religión, con todo lo que conlleva... Tener confianza en los demás y sobre todo en uno mismo. Supongo que todos nos pasamos la vida con altibajos. Pero lo importante es recuperar el pulso después de cada caída.
Biquiños

இலை Bohemia இலை dijo...

Tener esa fe nos da cierta calma, tranquilidad y esperanza...

BSS

isobel dijo...

ainssssss, que eso de tener fe es como el amor, se siente o no se siente, voy a cerrar los ojos fuerte fuerte,y a sentir que tengo fe, besitos.

jajaja hoy las palabrejas se están portando,me han salido cosas fáciles, incess

Laia dijo...

totalmente de acuerdo :D !!
(te he intentado comentar un par de veces en el post de poesía pero me da error ! :( me ha gustado muchísimo la adaptación que has hecho ;) )
un beso enorme !

Nébula dijo...

Creo que uno puede poner la mano en el fuego por una persona, sabiendo que hay posibilidades de que esa persona te falle, pero aún así decides confiar. A pesar de ese riesgo, para mí eso es fe, y es lo bonito, porque arriesgas, das una parte de ti a otro al que crees merecedor de tu confianza.

Besos

Anónimo dijo...

Me ha sorprendido el blog! Buen reportaje y gran diseño.

artimaña dijo...

Nunca hay que perder la fe, pero normalmente es tan dificíl conservarla. Mucho ánimo guapa

Sara Royo dijo...

La fe va y viene. Pero, cuando creemos en nosotros mismos, tenemos la mayor parte del camino ya andado. Es normal tener bajones, pero se superan. Con fe.
Yo creo en mí y en tí.
Un beso.

Anónimo dijo...

Yo a veces creo que confundo fe con autoengaño... aún así, sin creer en algo no sé vivir. Besos.

Nome Andrés dijo...

Esa autoestima es como una personajillo que llevamos guardado en algún sitio: y a veces hay que darle un poco de ánimo para que tire de nosotros. Un abrazo.

Martín Garrido dijo...

Hace unos años dejé de confiar en muchas cosas porque descubrí que la única persona realmente fiable de este mundo soy yo. Por supuesto que hay gente en la que creo, aunque cada día me cuesta más acercarme a los rostros nuevos. Es algo que hago a menudo, por culpa de mi profesión conozco cada día gente nueva, aunque siempre voy con cuidado. Es esencial, como no perder el amor por uno mismo...

Iris Aguilera dijo...

hay un dicho que ya bien dice que la esperanza y la fé es lo ultimo que se pierde, y asi es... es de lo poco que siempre nos quedara...
un besazo irene.
iris.